La polémica figura de Agustín de Iturbide, desde su papel en la independencia hasta su controvertido imperio. 

Agustín de Iturbide es una figura polémica en la historia de México. Nacido en 1783 en Valladolid (hoy Morelia), Iturbide es conocido por su papel crucial en la independencia de México. Originalmente un realista leal a la corona española, cambió de bando en 1820 al percibir la debilidad de España y aliarse con los insurgentes. 

Su Plan de Iguala en 1821, que abogaba por una monarquía constitucional y la unión de todas las clases sociales, fue fundamental para lograr la independencia. Sin embargo, su posterior proclamación como emperador Agustín I en 1822 generó controversia y oposición, ya que muchos consideraban su reinado como una traición a los ideales republicanos de la independencia. 

El imperio de Iturbide fue breve, colapsando en 1823 debido a la falta de apoyo popular y militar. Fue exiliado, pero regresó a México en 1824, donde fue arrestado y ejecutado por orden del Congreso. Su legado es ambiguo: algunos lo ven como un traidor oportunista, mientras que otros lo consideran un héroe que logró la independencia. 

La idolatría hacia Iturbide a menudo omite su ambición personal y su régimen autoritario. Su historia es una advertencia sobre los peligros del poder absoluto y la traición a los ideales democráticos. En el debate sobre su figura, es crucial reconocer tanto sus logros en la independencia como sus fallos en la consolidación de un gobierno justo y democrático para México.