El presidente asegura un aumento masivo en la producción de gasolina mientras expertos cuestionan la viabilidad del proyecto. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho una afirmación sorprendente: la refinería de Dos Bocas, que ya produce el 10% de la gasolina consumida en el país, aumentará esta cifra al 20% en solo dos semanas. Según el mandatario, la construcción de la refinería se completó en tiempo récord y a bajo costo, un logro que, según él, no se había visto en 34 años. Sin embargo, la opinión pública difiere de estos datos. 

López Obrador señaló que su administración reparó las seis refinerías existentes, y compró Deer Park en Texas, reduciendo la importación de gasolina del 90% al 10%, pero no los precios de este hidrocarburo. Además, mencionó la construcción de coquizadoras en Salina Cruz y Tula que, según él, ayudarán a México a alcanzar la autosuficiencia energética. 

Sin embargo, estas afirmaciones generan dudas. Las promesas de López Obrador llegan en un momento en el que la credibilidad del gobierno está en entredicho, especialmente después de varios proyectos fallidos y promesas incumplidas.  

La refinería de Dos Bocas ha estado plagada de problemas desde su inicio, incluyendo sobrecostos y retrasos. 

Durante la ceremonia de arranque, el presidente declaró que puede irse con la “conciencia tranquila”, pero muchos se preguntan si esta es otra de sus tácticas populistas para desviar la atención de los problemas reales del país. 

El titular de Pemex, Octavio Romero, aseguró que desde julio se ha comenzado a producir diésel en la refinería, pero la falta de transparencia y los constantes cambios en las cifras hacen que muchos cuestionen la veracidad de estos logros. La promesa de López Obrador de que Dos Bocas producirá el 20% de la gasolina consumida en el país en dos semanas suena más a un sueño que a una realidad tangible.