El cierre de uno de los centros mayoristas más conocidos en CDMX plantea dudas sobre la verdadera motivación detrás del operativo. 

Uno de los centros mayoristas más conocidos en la CDMX, Plaza Izazaga 89, fue clausurado este 11 de julio, en un operativo encabezado por el jefe de Gobierno, Martí Batres, y el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA). La clausura, que contó con el apoyo de la policía capitalina, fue justificada por violaciones a diversas disposiciones legales, pero los detalles detrás de esta medida son mucho más complejos. 

Plaza Izazaga 89, un edificio de 16 pisos que antes albergaba oficinas gubernamentales, se convirtió en un bastión de comercio mayorista de productos chinos. Sin embargo, lo que aparentaba ser un mercado de artículos diversos, desde motonetas eléctricas hasta productos comestibles, escondía actividades ilegales. Sin embargo, se tiene conocimiento de que la plaza se dedicaba al contrabando de productos, incluyendo réplicas de armas, pruebas médicas no autorizadas, y productos para detectar sustancias ilegales, todos ingresados ilegalmente a México. 

La clausura ha suscitado preguntas sobre si se trataba realmente de una operación para hacer cumplir la ley o si hay otros intereses en juego, como el cobro de piso o problemas con permisos. La gran escala del operativo sugiere una intención de enviar un mensaje claro, pero la falta de transparencia en los detalles genera dudas. 

Esta plaza, también conocida como Plaza Mart, se destacaba por sus precios increíblemente bajos y una variedad abrumadora de productos, todo lo cual atraía a un gran número de comerciantes y consumidores. Sin embargo, la venta de productos ilegales y el contrabando eran un secreto a voces que finalmente llevó a su clausura. 

La gran pregunta que queda es si esta clausura será definitiva o si los intereses económicos y la corrupción permitirán que Plaza Izazaga 89 reabra sus puertas en el futuro cercano, perpetuando así un ciclo de ilegalidad y complicidad.