La entrega de Zambada a Estados Unidos por parte de Joaquín Guzmán López ha generado tensiones políticas en México, involucrando al gobierno de AMLO y cuestionando la soberanía nacional. 

La reciente detención de Ismael “El Mayo” Zambada en Estados Unidos, facilitada por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, ha generado un gran revuelo en México, donde ahora se investiga el caso como “traición a la patria”. La Fiscalía General ha señalado que Guzmán López, conocido como uno de “Los Chapitos”, podría haber entregado a Zambada a las autoridades estadounidenses, lo que ha encendido las alarmas en el gobierno de López Obrador. 

La indignación de AMLO se debe, en parte, a la falta de información por parte de Estados Unidos sobre la operación que culminó con la detención de Zambada, uno de los cápos más emblemáticos del Cártel líder de Sinaloa. La versión de que Guzmán López traicionó a Zambada para entregarlo a las autoridades estadounidenses ha desatado una ola de especulaciones sobre posibles pactos entre “Los Chapitos” y el gobierno estadounidense, lo que podría tener profundas implicaciones para la política interna del país.

El caso también ha salpicado al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, un aliado cercano de AMLO, quien ha sido mencionado en una carta de Zambada como parte de una supuesta reunión que nunca ocurrió. Esto no solo ha generado tensiones políticas, sino que también ha avivado las preocupaciones sobre la creciente influencia del narcotráfico en la política mexicana. 

La detención de “El Mayo” Zambada y las circunstancias que la rodean han abierto un nuevo capítulo en la lucha por el control del Cártel líder de Sinaloa y han puesto en el centro del debate la soberanía de México frente a la influencia de Estados Unidos en su política de seguridad. Con AMLO y su sucesora Claudia Sheinbaum poniendo énfasis en la defensa de la soberanía nacional, el caso podría escalar aún más, afectando las relaciones entre ambos países y la estabilidad interna de México.