El posicionamiento del empresario ha sido criticado por su inflexible postura frente a las necesidades de la población 

Eduardo López Muñoz, director general de Grupo Islo, ha generado controversia al criticar duramente el proyecto del viaducto elevado en el bulevar Adolfo López Mateos, conocido como segundo piso. Durante la inauguración de la Ciudad Deportiva de Mineros de Zacatecas, López Muñoz argumentó que el estado no está en condiciones de “dilapidar recursos” en un proyecto que considera innecesario y poco prioritario. 

Sin embargo, su crítica ha levantado sospechas y cuestionamientos sobre sus verdaderas intenciones. ¿Está López Muñoz realmente preocupado por el uso eficiente de los recursos del estado o hay otros intereses en juego? Sus declaraciones coinciden con la inauguración de una obra que él mismo impulsa, la Ciudad Deportiva de Mineros de Zacatecas, lo que podría interpretarse como un intento de desviar la atención hacia sus propios proyectos. 

Además, su insistencia en que prefiere no recibir apoyo gubernamental a ser sumiso podría ser vista como una estrategia para ganar simpatía y posicionarse como un empresario independiente y comprometido con el desarrollo del estado, aunque sus críticas al viaducto elevado pueden ser percibidas como un intento de frenar iniciativas gubernamentales que no alinean con sus propios intereses. 

La comunidad y los funcionarios públicos deben considerar si las críticas de López Muñoz son genuinas preocupaciones por el bienestar del estado o si están motivadas por intereses personales y empresariales. ¿Es el viaducto elevado realmente un despilfarro de recursos, o es una inversión necesaria para el desarrollo de Zacatecas?