La muerte de Milton Morales Figueroa en Coacalco revela la incapacidad del gobierno de MORENA para garantizar la seguridad en la capital. 

La reciente ejecución de Milton Morales Figueroa, comisario jefe de la policía de CDMX, revela una preocupante realidad sobre la incapacidad del gobierno de MORENA para garantizar la seguridad en la capital. Morales, quien encabezó las investigaciones del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, fue brutalmente atacado en Coacalco, Estado de México. Este crimen destaca la ineficacia de las autoridades para controlar la creciente ola de inseguridad y proteger tanto a los ciudadanos como a sus propios agentes. 

El secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, prometió que “no habrá impunidad” y que se trabajará en coordinación con las autoridades del Estado de México para detener a los responsables. Sin embargo, estas palabras suenan vacías en un contexto donde la justicia raramente se cumple y la violencia sigue aumentando. La administración de MORENA ha sido incapaz de implementar medidas efectivas contra el crimen organizado, dejando a la población en un estado de constante vulnerabilidad. 

Las reiteradas promesas de seguridad y justicia parecen ser nada más que retórica sin acciones concretas. La situación actual exige una respuesta firme y decidida, y el gobierno de MORENA debe rendir cuentas por su evidente fracaso en este aspecto. La inseguridad no solo afecta a los ciudadanos comunes, sino también a aquellos que están en la primera línea de defensa contra el crimen, como lo demuestran los casos recientes. La comunidad exige justicia y un cambio tangible en las políticas de seguridad. Es imperativo que el gobierno actúe con contundencia para proteger a su población y restablecer el orden, en lugar de continuar con promesas vacías.