El cofundador del cártel líder de Sinaloa se declara no culpable y enfrenta audiencias en Texas tras su polémica detención junto a Joaquín Guzmán López
Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del cártel líder de Sinaloa, comparecerá este jueves ante un tribunal estadounidense tras haberse declarado no culpable la semana pasada de los cargos de narcotráfico que se le imputan. La audiencia, prevista para las 19:00, será presidida por la juez federal de distrito Kathleen Cardone en El Paso, Texas. En esta sesión se abordarán temas jurídicos como la revelación de pruebas por parte de los fiscales a la defensa y la programación preliminar.
El arresto de Zambada, junto con Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, cofundador del cártel, representa un importante golpe para las fuerzas del orden estadounidenses. Guzmán López, de 38 años, se declaró no culpable de cargos de narcotráfico el martes en un tribunal federal de Chicago. “El Chapo” cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
Las circunstancias que llevaron a la detención de Zambada y Guzmán López en el aeropuerto internacional del condado de Doña Ana, cerca de El Paso, siguen siendo confusas. Informes sugieren que Guzmán López engañó a Zambada para que subiera a un avión bajo el pretexto de buscar propiedades inmobiliarias en el norte de México, para luego volar al norte de la frontera y entregarse, sin que Zambada lo supiera.
El abogado de Zambada, Frank Pérez, sostiene que su cliente fue “secuestrado por la fuerza” por Guzmán López y seis hombres con uniformes militares cerca de Culiacán, Sinaloa, y llevado a Estados Unidos contra su voluntad. El abogado de Guzmán López, Jeffrey Lichtman, rechazó estas afirmaciones, afirmando que su cliente no está acusado de secuestro.
Zambada enfrenta cargos en Texas por conspiración de crimen organizado y asesinato para promover el tráfico de sustancias ilícitas, así como cargos en otras cuatro jurisdicciones federales, incluido Brooklyn, Nueva York, donde está acusado de conspirar para fabricar y distribuir opiáceos sintéticos que ha alimentado una epidemia de adicción en Estados Unidos.