El precio del limón se duplica durante el sexenio: Extorsiones y sequías disparan el costo en México 

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De 17 a 60 pesos por kilo: La delincuencia y las condiciones climáticas han llevado al limón a ser casi un lujo en los hogares mexicanos. 

Durante el actual sexenio, el precio del limón en México ha experimentado un incremento sin precedentes, duplicándose en varias regiones del país. Desde noviembre de 2018 hasta julio de 2024, el costo promedio de esta fruta esencial en la cocina mexicana ha subido de 17.2 a 31.8 pesos por kilo en áreas urbanas, y de 17.7 a 32.7 pesos en zonas rurales, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Esta semana, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reportó que el kilo de limón alcanzó los 59.9 pesos en la Ciudad de México, mientras que en otras ciudades como Guadalajara y Monterrey se acercó a los 50 pesos. 

Detrás de este incremento están dos factores principales: las severas sequías que han afectado al país y las extorsiones del crimen organizado en las principales zonas productoras de limón, como Michoacán, Colima y Jalisco.  

Juvenal Campos, analista de la organización México Cómo Vamos, explicó que los delincuentes cobran a los productores entre dos y cinco pesos adicionales por kilogramo, lo que inevitablemente se traslada al precio final para los consumidores. La situación es especialmente crítica en Apatzingán, Michoacán, una de las zonas más productivas de limón, donde la presencia de grupos criminales ha dificultado la producción y comercialización de la fruta. 

El impacto de estos altos precios no se limita solo a los consumidores finales. Según Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, el paro de productores de limón en Michoacán, provocado por las extorsiones, podría agravar aún más la situación, ya que la oferta de la fruta se reduciría significativamente. A pesar de que se espera una excelente cosecha debido a la temporada de lluvias, el paro podría provocar un aumento adicional en los precios. 

Este panorama sombrío no solo afecta el bolsillo de los hogares mexicanos, sino también a la industria alimentaria y de bebidas, que depende en gran medida del limón como insumo. Además, el encarecimiento de esta fruta esencial podría tener repercusiones a largo plazo en la economía agrícola del país, limitando la producción y afectando la competitividad de México en el mercado internacional. Mientras tanto, las familias mexicanas ven cómo un producto básico en su dieta diaria se convierte en un lujo difícil de alcanzar, reflejando las profundas desigualdades y los desafíos que enfrenta el país en términos de seguridad y desarrollo económico.