Soraya Jiménez y Ana Guevara, medallistas olímpicas mexicanas, y la polémica en torno a sus identidades de género, reflejan un desafío persistente para las atletas femeninas. 

A lo largo de la historia del deporte, varias mujeres han enfrentado cuestionamientos sobre su género, incluyendo a Soraya Jiménez y Ana Guevara en México, y más recientemente, a la boxeadora argelina Imane Khelif. Soraya Jiménez, la primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro olímpica en 2000, fue víctima de acusaciones infundadas sobre su género.  

A pesar de su éxito monumental en halterofilia, enfrentó críticas injustas que la acusaban de ser un hombre, afectando su legado y vida personal. Ana Guevara, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 en los 400 metros planos, también sufrió críticas por su apariencia física, enfrentando dudas similares sobre su género. Tras su retiro, Guevara ha ocupado cargos políticos y actualmente es directora de la CONADE. 

Más recientemente, Imane Khelif ha sido objeto de controversia y desinformación sobre su elegibilidad para competir en los Juegos Olímpicos de París 2024. Khelif ha enfrentado acusaciones similares a las que sufrieron Jiménez y Guevara, a pesar de cumplir con todos los requisitos del Comité Olímpico Internacional (COI), incluyendo la verificación del género mediante documentos oficiales. Esta problemática revela una persistente discriminación en el deporte femenino, donde las mujeres continúan enfrentando estigmas y cuestionamientos injustos que van más allá de sus logros deportivos. 

La polémica en torno a Imane Khelif se intensificó después de que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la suspendiera del Campeonato Mundial de Boxeo en 2023, alegando que no cumplía con los “criterios de elegibilidad” basados en una prueba médica confidencial. Informes sugieren que Khelif podría tener hiperandrogenismo, una condición que provoca altos niveles de testosterona en el cuerpo, lo que generó debate sobre si confiere ventajas físicas en el deporte femenino. La realidad cromosómica es más compleja de lo que se enseñó en la escuela, existiendo hombres con cromosomas XX y mujeres con cromosomas XY.  

Estos cuestionamientos no solo afectan a las atletas a nivel personal y profesional, sino que también destacan la necesidad de una mayor comprensión y sensibilización sobre la diversidad biológica y de género en el deporte.