Con más de 15 mil desaparecidos, el estado lidera el país en un fenómeno impulsado por el crimen organizado, el reclutamiento forzado y la falta de acción gubernamental efectiva.
Jalisco se ha convertido en el epicentro de una crisis de desapariciones en México, liderando el país con más de 15 mil 103 personas desaparecidas. Según especialistas, las razones detrás de este fenómeno son múltiples y complejas, vinculadas en gran medida al crimen organizado.
Uno de los principales motivos es la intención de ocultar las muertes provocadas. Las bandas criminales recurren a la desaparición forzada para evitar que sus asesinatos sean detectados, lo que ha llevado al descubrimiento de numerosas fosas en el estado. En la administración de Enrique Alfaro, se han localizado 165 fosas, de las cuales se han exhumado 1,797 cuerpos, muchos sin identificar.
Otro factor es el reclutamiento forzado. En los últimos meses, ha habido un alarmante aumento de casos donde jóvenes son atraídos por ofertas de trabajo fraudulentas, solo para ser desaparecidos y coaccionados para unirse a las filas del crimen organizado. Este modus operandi ha sido confirmado tanto por expertos como por colectivos de familiares de desaparecidos, como Fundej.
Además, las desapariciones en Jalisco no siempre están ligadas directamente a los cárteles. Existen casos motivados por razones diversas, como el cobro de deudas, que complican aún más la situación.
Pese a la gravedad del problema, las acciones gubernamentales han sido insuficientes. Los colectivos y expertos denuncian la falta de condenas y la ausencia de campañas preventivas masivas, subrayando la necesidad de un esfuerzo conjunto entre autoridades, sociedad y organizaciones civiles para enfrentar esta crisis.