El recurso del PAN contra la mayoría calificada de MORENA y aliados pone en juego el equilibrio de poder en el Congreso y la integridad del sistema democrático del país. 

La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de aceptar a trámite el recurso del PAN contra la sobrerrepresentación de MORENA y sus aliados en el Congreso pone en el centro del debate un tema crucial para la democracia en México. La sobrerrepresentación legislativa es un problema que amenaza con distorsionar la voluntad popular y desequilibrar el poder en el Congreso, otorgando una ventaja injusta a ciertos partidos. 

El recurso presentado por el PAN argumenta que la asignación de diputaciones plurinominales a MORENA y sus aliados ha permitido que estos partidos obtengan una mayoría calificada desproporcionada, lo que podría violar el principio de proporcionalidad que debe regir en la representación política. Esta situación no solo afecta el equilibrio de poderes, sino que también socava la legitimidad del sistema democrático, al permitir que un grupo con menos votos pueda dominar las decisiones legislativas.  

Es irónico que, en 1998, el propio Andrés Manuel López Obrador, entonces dirigente del PRD, haya impugnado una ley electoral en Quintana Roo por promover la sobrerrepresentación. Hoy, como presidente, su partido se beneficia de una situación similar, lo que demuestra cómo las circunstancias pueden alterar los principios defendidos en el pasado. 

La resolución de la SCJN será fundamental para definir el futuro de la democracia en México. Si se permite que la sobrerrepresentación continúe, se corre el riesgo de consolidar un poder hegemónico que no refleje la diversidad de opiniones y preferencias del electorado. Este caso no solo es una cuestión legal, sino un desafío crucial para la integridad del sistema político mexicano.