Quintana Roo entre Calica y el Tren Maya 

Alicia Bárcena, próxima secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, enfrenta dos problemas ambientales críticos en Quintana Roo que desafiarán tanto su capacidad como su relación con Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador. 

El primero es la minera Calica, un proyecto devastador que se encuentra cerca de Playa del Carmen. La empresa Calica lleva destruyendo, desde hace 36 años, zonas vírgenes de selva para extraer caliza destinada a ser exportada hacia los Estados Unido de América. El presidente López Obrador ha prometido declarar la zona como área natural protegida y compensar a la empresa, sin embargo, su mandato está por terminar y el conflicto no ha sido resuelto. La destrucción causada por Calica es inmensa, con 926 hectáreas devastadas. 

El segundo problema, y quizás más polémico, es el Tren Maya. Este proyecto ha sido fuertemente criticado por Organismos Internacionales, sociedad civil y activistas ambientales, como José Urbina Bravo de “Sélvame del Tren”, quien ha insta a Bárcena a considerarlos aliados en la lucha contra el megaproyecto de la 4T, que considera ilegal y extremadamente dañino para la selva maya. Según datos de SEMARNAT, la deforestación causada por el Tren Maya supera las 2,400 hectáreas, un daño que eclipsa al de Calica en solo dos años. 

El gobierno actual ha ignorado suspensiones judiciales y ha avanzado con el proyecto, mostrando una actitud indiferente hacia la ley y el medio ambiente. Bárcena tiene ahora la oportunidad de detener este ecocidio y corregir el rumbo, pero la presión es inmensa y el tiempo se agota. La lucha entre desarrollo y conservación ambiental está en el centro de su nuevo rol, y sus decisiones serán cruciales para el futuro ecológico de México.