El luchador cubano se convierte en el único atleta en ganar cinco medallas de oro en una misma disciplina.
El legendario luchador cubano Mijaín López ha logrado lo que ningún otro atleta en la historia olímpica: ganar cinco medallas de oro consecutivas en la misma disciplina. En París 2024, López se impuso en la final de lucha grecorromana en la categoría de 130 kg, venciendo a Yasmani Acosta, un luchador nacido en Cuba y nacionalizado chileno. Con 41 años, López demostró una vez más su dominio absoluto en un deporte en el que no ha sufrido derrotas en cinco ediciones olímpicas, desde Pekín 2008 hasta París 2024.
Este logro es aún más impresionante si se considera que López solo ha perdido dos combates en los últimos 16 años, lo que resalta su consistencia y excelencia en una disciplina extremadamente competitiva. En Tokio 2020, ningún rival pudo siquiera quitarle un punto, y en París 2024 solo cedió dos puntos en todo el torneo, mostrando una vez más su superioridad.
La carrera de Mijaín López es un ejemplo de dedicación, perseverancia y excelencia. Después de su victoria en París, López realizó un gesto simbólico y emotivo: se quitó los zapatos y los dejó en el centro del cuadrilátero, señalando el final de su carrera competitiva. Este acto es una tradición en la lucha, que simboliza el retiro de un luchador del deporte.
Con esta victoria, Mijaín López se despide del deporte activo como uno de los más grandes atletas de todos los tiempos, dejando un legado que será recordado por generaciones. Su dominio en la lucha grecorromana y su capacidad para mantenerse en la cima durante tantos años lo colocan en un lugar destacado en la historia del deporte mundial.