El incremento de la Guardia Nacional en Jalisco ha duplicado las quejas por violaciones a derechos humanos, sin lograr una disminución en la violencia.
La militarización en Jalisco, impulsada por el despliegue masivo de la Guardia Nacional, ha generado un incremento alarmante en las violaciones a los derechos humanos. Desde 2019, los efectivos de la Guardia Nacional en el estado se han duplicado, alcanzando los 7,077 en 2024, pero esto no ha reducido los índices de violencia. De hecho, según María Elena Morera, presidenta de “Causa en Común”, la presencia militar ha llevado a más de 5,000 quejas de derechos humanos.
La falta de capacitación adecuada de los elementos de la Guardia Nacional ha sido un factor determinante en el aumento de estas violaciones. Morera señala que muchos de estos elementos no están preparados para realizar tareas básicas de seguridad pública, lo que se refleja en la necesidad constante de ser acompañados por policías municipales o estatales. Además, la información emitida por las fuerzas armadas es cada vez más incompleta y engañosa, lo que dificulta la rendición de cuentas y la transparencia.
La militarización no solo ha afectado a la seguridad federal, sino también a las Secretarías de Seguridad estatales, donde 15 de ellas ahora están bajo mando militar. Esta transformación ha cambiado la lógica civil de los cuerpos de seguridad a una ideología militar, lo que, según Morera, está contribuyendo a una crisis humanitaria en la que cientos de miles de personas han sido asesinadas o desaparecidas. Es imperativo que se reevalúe la estrategia de militarización para proteger los derechos humanos y garantizar una seguridad efectiva y respetuosa de la ley.