La ministra presidenta busca frenar una reforma impulsada por López Obrador que atenta contra la independencia del Poder Judicial. Lenia Batres revisará el caso con carácter de urgencia.
Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha encendido un nuevo debate en la arena política y judicial de México al consultar al Pleno sobre la posibilidad de dictar medidas cautelares contra la reforma judicial promovida por el presidente López Obrador. Esta reforma, que ya ha sido aprobada por la mayoría en la Cámara de Diputados, ha generado una fuerte reacción entre los miembros del Poder Judicial de la Federación (PJF), quienes temen que la independencia de los jueces se vea gravemente comprometida.
Ante este panorama, jueces de Distrito y magistrados de circuito han elevado sus voces en defensa de la autonomía del PJF, solicitando que la SCJN intervenga para frenar lo que consideran una amenaza a la imparcialidad y autonomía del sistema judicial.
La consulta ha sido turnada a la ministra Lenia Batres, conocida por su apoyo a las reformas del actual gobierno y su cercanía a la visión del presidente. Esta circunstancia ha generado inquietud entre quienes ven la consulta de Piña como una última barrera de defensa frente a la consolidación del poder por parte del Ejecutivo.
Mientras tanto, la ministra Piña ha insistido en la necesidad de analizar profundamente el impacto que esta reforma podría tener no solo en la estructura del Poder Judicial, sino en el equilibrio de poderes en el país. Ha llamado tanto al presidente López Obrador como a su sucesora, Claudia Sheinbaum, a que reconsideren las implicaciones a largo plazo de una reforma que, según los críticos, podría socavar la división de poderes y minar la confianza en las instituciones judiciales.
El choque de posturas entre quienes apoyan la reforma y quienes se oponen a ella ha elevado la tensión en el ámbito político, y lo que suceda en los próximos días podría redefinir el equilibrio entre los poderes Ejecutivo y Judicial en México.