La presidenta electa organiza una reunión clave con su equipo, pero la falta de detalles y la ausencia de figuras como García Harfuch y Ernestina Godoy generan dudas sobre la cohesión interna. 

Claudia Sheinbaum organizó una “encerrona” con su gabinete legal y ampliado en un hotel de la Ciudad de México, en Avenida Revolución, con el objetivo de definir la estrategia para los primeros 100 días de su gobierno. Esta reunión, que había sido anticipada como un momento clave para afinar los planes de la nueva administración, no estuvo exenta de controversias, ya que dos figuras clave, Omar García Harfuch, designado como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, y Ernestina Godoy, futura consejera jurídica de la Presidencia, brillaron por su ausencia, lo que ha generado especulaciones sobre posibles desacuerdos internos. 

La reunión comenzó poco antes de las 4:00 de la tarde, cuando Sheinbaum llegó al hotel donde ya la esperaban la mayoría de sus colaboradores. Sin embargo, tras más de dos horas de deliberaciones, los funcionarios que salieron evitaron dar detalles concretos sobre lo discutido, limitándose a decir que se abordaron “temas generales”.

Esta falta de transparencia solo ha incrementado las sospechas sobre lo que realmente se está gestando en el seno del nuevo gobierno. 

Entre los asistentes que se retiraron temprano estuvieron Julio Berdegúé, futuro secretario de Agricultura, Edna Vega, próxima titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y Luz Elena González, quien liderará la Secretaría de Energía. A pesar de la presencia de estos funcionarios, la ausencia de García Harfuch y Godoy ha dejado en el aire preguntas sobre la cohesión y la unidad del equipo de Sheinbaum. 

La presidenta electa, antes de entrar a la reunión, comentó que estas sesiones se prolongarían hasta el miércoles, lo que sugiere que la planeación aún está en proceso. Sin embargo, la falta de información clara y la ausencia de figuras clave podrían ser indicios de que no todo está alineado como debería. Mientras Sheinbaum y su equipo se preparan para asumir el poder, la expectativa y el escepticismo sobre la dirección que tomará su gobierno crecen, con los primeros 100 días como un periodo crucial para demostrar si realmente están listos para los desafíos que enfrentan.