El asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994 sigue envuelto en misterio, con múltiples teorías que van desde la participación de grupos criminales hasta una conspiración en las más altas esferas del poder.
El asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI en 1994, sigue siendo uno de los eventos más enigmáticos y polémicos en la historia moderna de México. A pesar de que la versión oficial señala a Mario Aburto como el autor material del crimen, las dudas sobre la verdadera autoría y las circunstancias que rodearon el magnicidio han persistido durante décadas.
Colosio fue asesinado el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, mientras realizaba un mitin. Desde entonces, han surgido numerosas teorías de conspiración que sugieren que el asesinato fue planeado y ejecutado por actores con intereses mucho más oscuros que los de un asesino solitario. Algunas teorías apuntan a que el crimen estuvo relacionado con disputas internas en el PRI, mientras que otras sugieren la participación del narcotráfico, que veía en Colosio una amenaza a sus intereses.
El expediente del caso se cerró hace casi 20 años, pero las sospechas sobre la participación de altos mandos políticos, incluido el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, no han desaparecido. Las inconsistencias en la investigación, la muerte de testigos clave y la teoría del “chivo expiatorio” alrededor de Aburto han mantenido viva la controversia.
A casi tres décadas del asesinato, el caso de Colosio sigue siendo un misterio que despierta pasiones y cuestionamientos sobre el poder y la justicia en México.