Tormenta en Zapotlanejo deja un muerto y 120 viviendas dañadas: críticas a la respuesta gubernamental 

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La tragedia expone la fragilidad de la infraestructura y la falta de preparación ante desastres naturales, mientras la comunidad espera acciones concretas de las autoridades. 

La reciente tormenta en Zapotlanejo, Jalisco, ha dejado un saldo devastador: una persona fallecida y al menos 120 viviendas afectadas por el desbordamiento de la presa La Tecata. La tragedia expone la fragilidad de la infraestructura local y la falta de preparación ante eventos climáticos extremos, que cada vez son más frecuentes. Tres personas fueron arrastradas por la corriente; aunque dos fueron rescatadas con vida, lamentablemente una no sobrevivió. La comunidad ahora enfrenta no solo el dolor de la pérdida, sino también la ardua tarea de reconstruir sus hogares. 

El presidente municipal, Gonzalo Álvarez Barragán, reconoció la gravedad de la situación y la atribuyó a las inusuales condiciones climáticas que llevaron al desbordamiento de arroyos en la zona urbana. Sin embargo, esta explicación no ha sido suficiente para quienes señalan la falta de medidas preventivas y la deficiente respuesta del gobierno municipal.  

El edil hizo un llamado a la conciencia sobre el cambio climático, pero para muchos, las palabras no compensan la ausencia de acciones concretas para mitigar el riesgo de futuras catástrofes. 

Por su parte, el director de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, Víctor Hugo Roldán, afirmó que 80 servidores públicos de los tres niveles de gobierno están trabajando en la limpieza de casas y vialidades. Sin embargo, con más de 120 viviendas afectadas, de las cuales 10 presentan daños estructurales, la respuesta parece insuficiente. Los residentes se preguntan si realmente se está haciendo todo lo posible para restablecer la normalidad y prevenir nuevas tragedias en el futuro. 

El gobernador Enrique Alfaro ha asegurado que se está trabajando en coordinación con el gobierno municipal para evaluar los daños y brindar apoyo a las familias afectadas. A pesar de estas promesas, la situación ha generado escepticismo entre la población, que teme que la ayuda llegue tarde o sea insuficiente. La tormenta en Zapotlanejo es un duro recordatorio de los retos que enfrenta el estado en términos de infraestructura y preparación ante desastres naturales, y de la necesidad urgente de que las autoridades tomen medidas más efectivas para proteger a sus ciudadanos.