UANL mantuvo relaciones con empresas fantasmas a pesar de nuevas promesas de transparencia 

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En 2021, la Universidad Autónoma de Nuevo León continúo favoreciendo a compañías señaladas por el SAT. 

La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) vivió uno de sus peores escándalos de corrupción con Rogelio Garza Rivera como rector, por lo que Santos Guzmán López asumió dicho cargo en octubre de 2021. Sin embargo, las malas prácticas continuaron beneficiando a empresas señaladas por el SAT como “fantasmas” y por simular operaciones. Guzmán López, a pesar de prometer eficiencia y transparencia en el manejo de los recursos, permitió que estas cuestionables “costumbres” persistieran.  

Durante la gestión de Guzmán López, la UANL otorgó contratos millonarios a un grupo de compañías encabezado por Pedro Horacio Siller Cortés y sus hijos. Estas empresas, incluyendo Proveedora y Mantenimiento Integral para Escuelas y Hospitales, Construcción y Mantenimiento de Obras y Jardines, e Ingenieros Constructores del Noreste, acapararon 176.1 millones de pesos. Los contratos otorgados a estas compañías, a menudo justificados de manera insuficiente, continuaron una tendencia establecida en la administración anterior de Rogelio Garza Rivera. 

Proveedora y Mantenimiento Integral para Escuelas y Hospitales, por ejemplo, recibió un contrato por 477 mil pesos para suministrar y colocar malla sombra en Ciudad Universitaria, firmado justo antes y después de que Guzmán López asumiera el cargo. Construcción y Mantenimiento de Obras y Jardines también fue beneficiada con contratos, incluyendo uno por 681 mil pesos para trabajos en vialidades. 

Las órdenes de servicio y contratos con estas empresas fueron cuestionados debido a su opacidad. Incluso, el SAT reveló que los montos facturados por estas empresas en el último trimestre de 2021 fueron significativamente mayores a los contratos transparentados oficialmente por la UANL. Construcción y Mantenimiento de Obras y Jardines, por ejemplo, facturó más de 4.6 millones de pesos durante ese periodo, superando ampliamente las cifras visibles en las plataformas públicas de la universidad. 

La continuidad de prácticas opacas y posibles actos de corrupción en instituciones como la UANL, a pesar de las promesas de mejora, refleja un patrón preocupante que podría repetirse en la Secretaría de Educación bajo la administración de Mario Delgado. La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para cualquier sistema educativo que aspire a la equidad y la excelencia, y la historia reciente de Delgado no inspira confianza en su capacidad para liderar una transformación educativa positiva y sostenible.